Nuestra actitud y nuestra forma de ser determina que ganemos o perdamos nuestras batallas, Jesucristo nos da dones y talentos, pero sobre todo nos da gracia para poder triunfar.
lo que en realidad molesta a los demás no es lo que les decimos,lo que les molesta es nuestra actitud cuando les hablamos.
cambia tu manera de hablar y cambiara tu relación con los demás, nuestra actitud puede ser nuestra mejor aliada o nuestra peor enemiga al momento de conseguir lo que queremos.